Recuerdo que en el pregón de las Fiestas San Miguel 2004, el parlamentario de la asamblea de Madrid Juan Antonio Ruiz Castillo, vinculado familiarmente a nuestra localidad, aseguró que se había encontrado vecinos de la misma en los rincones más insospechados del mundo y citó algunos ejemplos ciertamente curiosos. Pero no sólo hay personas de El Hoyo de Pinares de paso por los más remotos rincones: algunos incluso han echado raíces y se han asentado permanentemente o por largas temporadas en otras naciones. Parafraseando a los programas de televisión tan de moda en las cadenas autonómicas y nacionales, les propongo que nos asomemos a la vida de esos hoyancos por el mundo, a través de una pequeña muestra de quienes salieron de esta villa abulense y fijaron sus lugares de residencia en diversos países.
ARANTXA MIGUEL (SINGAPUR)
Singapur es el país más pequeño de Asia y el de más densidad de población del planeta después de Mónaco, pues viven casi cinco millones de habitantes sobre un territorio que no llega a los 700 Km2. Estuvo bajo dominio colonial británico, fue luego parte de Malasia y finalmente declaró su independencia, como República, en 1965. Allí conviven principalmente la raza china, la malaya y la india, en un mosaico de culturas al que también contribuyen los numerosos extranjeros asentados en Singapur.
Singapur es el país más pequeño de Asia y el de más densidad de población del planeta después de Mónaco, pues viven casi cinco millones de habitantes sobre un territorio que no llega a los 700 Km2. Estuvo bajo dominio colonial británico, fue luego parte de Malasia y finalmente declaró su independencia, como República, en 1965. Allí conviven principalmente la raza china, la malaya y la india, en un mosaico de culturas al que también contribuyen los numerosos extranjeros asentados en Singapur.
Arantxa recuerda que el período de adaptación no fue sencillo: “Al principio no tenía amigos ni trabajo, estaba muy apegada a nuestra forma de hacer las cosas y, además, no me gustaba nada la comida picante”. Ahora, Singapur es ya su hogar: allí nacieron sus dos hijas, de uno y cuatro años, tiene un grupo numeroso de amigos, un trabajo del que disfruta enormemente como profesora de español en una Universidad… y hasta le ha tomado afición a la comida picante.
“En Singapur conviven –nos cuenta Arantxa- hasta treinta culturas diferentes. Vivir aquí me ha enriquecido mucho personalmente y además me ha ayudado a ser mucho más abierta y receptiva hacia otras tradiciones y formas de vida”. Destaca que “es un país seguro y un auténtico paraíso gastronómico”.
A pesar de ello, lógicamente no puede evitar echar de menos algunas cosas de su país de origen: “nuestra cultura y el carácter abierto de los españoles, además de a mi familia y amigos”. De El Hoyo de Pinares recuerda “con especial cariño las fiestas de San Miguel y la Romería, en las que tanto disfrutaba” y también “la belleza de nuestro pueblo y la tranquilidad que se respira en él, por contraste con Singapur, una ciudad sumamente dinámica”.
SARA BELTRÁN (DUBAI)
Dubai es uno de los Emiratos Árabes Unidos. La ciudad, caracterizada por sus grandes rascacielos, está considerada uno de los centros financieros más importantes del mundo. Allí aterrizó otra hoyanca, Sara Beltrán Ochando, tras aceptar su esposo Ramón una excelente propuesta de trabajo.
Pero esta joven hoyanca está satisfecha, a pesar de todo, con el nivel de vida que pueden disfrutar allí y prefiere resaltar los aspectos positivos de una experiencia sin duda enriquecedora. Sara estudia online en centros occidentales, desarrolla algunas aficiones (deporte, cocina, viajes…), programa escapadas con su todoterreno y se alegra de haber hecho muchas amistades de las más diversas procedencias: iraní, china, filipina, colombiana, españolas… También a Sara Beltrán le atrae de la ciudad esa “mezcla de culturas, gentes, gastronomías, vestimentas… porque de todo se aprende, nos hace abrir nuestras mentes, respetar y aprender a convivir” y esa diversidad de imágenes “donde lo mismo ves un camello en una playa que los inmensos rascacielos iluminados”.
Sara recuerda a la gente querida que dejó en España, pero las modernas comunicaciones ayudan a que las distancias hoy no sean tan insalvables: “Bendito Messenger –exclama gráficamente- que me tiene conectada con mi familia y mis amigos casi a diario. La webcam me hace la vida mucho más alegre y ayuda a no echarles tanto de menos”. Aun así, las nuevas tecnologías no lo pueden solucionar todo: “Añoro las patatas fritas de mi madre, irremplazables, como los vinitos con mis tíos, las guasas con mi hermano y las risas en casa con todos porque mi sobrino anda haciendo monadas”.
JORGE PABLO Y CECY ESTÉVEZ (LONDRES)
La capital británica es una populosa y viva ciudad donde una pareja de hoyancos, Jorge Pablo Fernández y Cecilia Estévez Tabasco, decidieron establecerse, fundamentalmente por motivos laborales. Desde que fueron allí una semana de vacaciones, la idea comenzó a rondarles la cabeza. Para ambos era una estupenda oportunidad de mejorar en el conocimiento del idioma y de adquirir una valiosa experiencia profesional. Y así ha sido en efecto, pues esta estancia, que en principio plantean como temporal, ha mejorado el curriculum de él como informático, una vez concluidos sus estudios universitarios y tras sus primeros trabajos en España, y el de ella como senior stylist que desarrolla hoy su actividad en un salón vanguardista de peluquería y estética.
Inevitablemente, añoran algo: “Lo que menos nos gusta a ambos es la distancia con los nuestros. Son sólo dos horas de vuelo, pero realmente es un mundo”. Jorge echa de menos “el típico sábado en El Hoyo: estar con tu familia para comer, con tus amigos para las cervezas…”. De todas formas, la relativa cercanía hace que reciban de vez en cuando gratas visitas de amigos, a los que hacen encantados de guías turísticos.
ANA FERNÁNDEZ (PEKÍN)
Ana Belén Fernández Organista trabaja en la capital de la República Popular China, una de las grandes urbes mundiales, muy poblada y llena de vitalidad y que, como es conocido, acogió los últimos Juegos Olímpicos.
Tras cursar la Licenciatura en Lingüística y completar estudios de posgrado, fue seleccionada por la Universidad Autónoma de Madrid para ejercer como profesora de español en Beiwai, la prestigiosa Universidad de estudios extranjeros de Pekín. Allí compatibiliza su trabajo becado como docente con el estudio de la Licenciatura de Chino, una lengua pictográfica y tonal que le apasiona.
Ana percibe como muy gratificante su experiencia en la enseñanza universitaria: “A la figura del profesor se le tiene mucho respeto y mis alumnos son disciplinados, estudiosos y educados”. Aprovecha su tiempo libre, entre otras cosas, para viajar, “porque aquí es más barato y he visitado lugares increíbles”. Los grandes ojos de Ana llaman la atención de los orientales y nos cuenta como anécdota que los chinos le disparan fotos e incluso le piden que se fotografíe con ellos.
De su pueblo abulense echa de menos, como no podía ser de otra forma, a su familia y amigos, así como pasear por El Batán “…y respirar aire limpio”, en contraste con la contaminación que se deja sentir en Pekín.
A Arantxa, Sara, Jorge, Cecy y Ana les agradezco enormemente el haber compartido su experiencia con los lectores de Diario de Ávila y les envío un saludo muy afectuoso, especialmente en estos días en que, a buen seguro, añorarán las fiestas de su pueblo y se acordarán de los amigos y familiares.
A Arantxa, Sara, Jorge, Cecy y Ana les agradezco enormemente el haber compartido su experiencia con los lectores de Diario de Ávila y les envío un saludo muy afectuoso, especialmente en estos días en que, a buen seguro, añorarán las fiestas de su pueblo y se acordarán de los amigos y familiares.
Fuente | Publicado en Diario de Ávila, 24 septiembre 2009.
Ilustraciones | Fotografías facilitadas por los entrevistados: Arantxa Miguel y sus hijas en el Boat Quay de Singapur, ante los rascacielos del distrito financiero. Sara Beltrán ante el Burj Al Arab, el único hotel de 7 estrellas. Cecy Estévez y Jorge Pablo en Londres, con el Parlamento y célebre Big Ben al fondo. Ana Fernández en un parque de Pekín.