Esta villa se halla situada al comienzo de un ancho y profundo barranco que sigue, en línea recta, de Norte a Sur, y le sirve de defensa o respaldo un elevado y escarpado cerro, llamado "Solana", en parte septentrional, cuyas ramificaciones se extienden de Levante a Poniente y la preserva de los aires del Noroeste y Oeste, con lo cual su temperatura es, en invierto, bastante elevada; pero en verano llega a ser insoportable muchas veces, cuando dominan los vientos del Sur.
Por su constitución topográfica, tan quebrada, no es extraño que en una misma hora y en iguales circunstancias su temperatura sea de 0º en su parte Norte y de 4º y aun 6º grados en la meridional.
El suelo es sumamente estéril, poco a propósito para la producción de pastos y para el cultivo.
Su término municipal alcanza una superficie de 8.071 hectáreas, 9 áreas y 37 centiáreas, y se halla limitado, por el Este, con tierras de Valdemaqueda y Real Granja del Quejigar; por el Sur, con Cebreros; por el Oeste, con San Bartolomé de Pinares; y por el Norte, con Navalperal y Navas del Marqués.
Tiene 2.921 habitantes de derecho y 2.738 de hecho; su altura sobre el nivel del mar es, aproximadamente, de 1.176 metros, y su situación, a 43º y y 11'' de latitud Noroeste de Madrid.
La carretera de Navalperal a Cebreros es la carretera con que cuenta.
De Norte a Sur baja un río, llamado Becedas o Beceas, también conocido por el Piquillo, que procede de La Paramera y Navalperal. Baña la parte Oeste del término y recoge las aguas del arroyo del Chorro y de la Pizarra, en unión de otros dos arroyos que cruzan el pueblo, cuyos nombres son Portuguesa y Solana, con más las de otro nuevo arroyo, el de la Peguera. Todos unidos van a unirse al Cofio, en el sitio conocido como "Charco de la Marota", límite entre la Real Granja del Quejigar y monte de Blascaceo.
El río de Las Palizas tiene su origen en el puerto del Descargadero, al Norte de Navas del Marqués, y corre casi paralelo al anterior atravesando un hermoso pinar.
Las aguas de este río son aprovechadas con esmero extraordinario para regar las huertas que hay a lo largo de sus riberas, sembradas de hortalizas y legumbres, especialmente judías, muy apreciadas en los mercados de Madrid, donde las conoce con el nombre de "judías de la Granja".
Más de la mitad de su término se halla cubierto de un inmenso pinar, que constituye una de las mayores fuentes de riqueza para el pueblo. En los meses de noviembre a marzo cogen y extraen los piñones, operación efectuada con extraordinaria agilidad por hombres y mujeres, que comparten con aquéllos la rudeza de estos trabajos.
Sigue en importancia la producción del vino; la uva es muy apreciada también en mercados importantes. Produce también aceituna, pocos cereales, patatas y algunas leguminosas.
Con los pueblos inmediatos se comunica la villa por medio de caminos de herradura; el que conduce a San Bartolomé pasa por el río Becedas por un puente romano, obra de bastante mérito. Los de la parte de Levante van a Navas del Marqués y Robledo de Chavela, y los del Sur a Chapinería y San Martín de Valdeiglesias.
Su campiña es en extremo pintoresca, y el clima, muy sano.
Tiene dos escuelas unitarias, una para cada sexo.
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Fuente | Texto que, en la voz Hoyo de Pinares recoge la Guía Geográfico-Histórica de la Provincia de Ávila, de Abelardo Rivera, con prólogo del Gobernador Civil D. Enrique Roma, publicada en 1927. Texto facilitado por Gregorio González, Corucho.
Ilustración | La actual Plaza de los Mártires en los años 30, antes de su remodelación. Fotografía propiedad de Santiago Blanco Gallego, publicada en el libro El Hoyo de Pinares: Imágenes del Ayer", de Carlos Javier Galán. Y portada de la Guía de Abelardo Rivera de donde está extraido este texto.
