El Hoyo de Pinares, titulado Villa


Muchos son los pueblos que de no tener un mecenas o unos orígenes históricos comprobados o favorecidos por personajes que les hayan hecho grandes o famosos, se pierden en el abismo de la historia. Ni quién, ni quiénes, ni cómo se hizo su origen o empezó a existir; entre éstos está el nuestro. Pero, con todo, ha superado el ser aldea, lugar de corto vecindario y sin jurisdicción propia. Ha llegado a ser más que un lugar, población menor que villa y mayor que aldea. Y no digamos nada, que es de lo que nos enorgullecemos, que jamás ha sido sitio o paraje. Después de todo esto, viene villa, población que tiene algunos privilegios: es lo que es nuestro pueblo, y diseñaremos ahora a continuación. A ver si, a través de los avatares de la historia, llegara a ser un día ciudad, población generalmente grande, de mayor importancia que las villas.
 
Antiguamente se denominaba villa la población considerable por su extensión o por lo numeroso de su vecindario, que disfrutaba de determinados privilegios y exenciones, de carácter político y administrativo principalmente. Su característica foral, que la diferencia de la aldea y del lugar, consistían en tener Alcalde con jurisdicción civil y criminal, y poder poner en su término picota.
 
Hoy recibe el nombre de villa la localidad, grande o pequeña, que no tiene título de ciudad, pero que, por costumbre, privilegio o concesión especial, disfruta del derecho a titularse de aquella forma, que siempre significa la mayor importancia que tiene dicha población respecto de los lugares, aldeas, parroquias o concejos.
 
Las villas, del mismo modo que las ciudades, constituyen términos municipales independientes, con sus Ayuntamientos, regidores, alcaldes y juntas municipales respectivas. Implica la Villa tener Ayuntamiento propio y por lo general más de dos mil almas de población (Enc. Espasa Calpe, T. 68).
 
Y este título de Villa fue otorgado por el Rey Carlos II (1668-1700) en 1676, y lo he podido comprobar en el Archivo Parroquial, cuya primera partida de bautismo entresacada del Libro 2º, folio 52 vto., dice al pie de la letra: "Manuel, hijo de Juan Tabasco y de Isabel Martín. En veintiocho días del mes de octubre de mil seiscientos y setenta y seis años. Yo, Francisco Sánchez de Lunar, Teniente Arcipreste del partido de Pinares y cura de la parroquia de San Miguel, bauticé en ella a Manuel, hijo legítimo de Juan Tabasco y de Isabel Martín, ambos de esta villa. Fueron sus padrinos Marcos Martín y María Cordero. Testigos, Juan Rodríguez de la Piedra y Antonio Alonso. Y lo firmé dicho día, mes y año. Francisco Sánchez de Lunar (rubricado)". También al hojear dichos libros, desde el 1552 al 1742 he comprobado estas dos curiosas notas: que El Hoyo se ha llamado así hasta el día 27 de agosto de 1698, en que se denomina El Hoyo de Pinares (Libro de Bautismos 2º, folio 90); y la segunda, que era cabeza de un arciprestazgo, como se reseña en la partida de Manuel Tabasco Martín, donde el sacerdote expone: "Yo Francisco Sánchez de Lunar, Teniente Arcipreste de Pinares...". Vemos también, a través de ello, que era una antigua comarca, llamada de Pinares. Como se conserva aú en nuestra Diócesis, con las comarcas o arciprestazgos de Valle del Tiétar, Moraña Alta, Moraña Baja, Sierra de Piedrahita, Abadía de Burgohondo, etc. Y copio para mi argumentación de La Ciudad de Ávila, Estudio Histórico, de José Belmonte Díaz, pág. 130: "La Diócesis de Ávila en el siglo XIII estaba entre otras sufragáneas integrada en la provincia eclesiástica de Santiago de Compostela. En 1250, el Arcedianato de Ávila estaba compuesto de 308 pueblos: Valle Ambléscon 34 aldeas (en la actualidad, 19 despobladas); Rioalmar, que constaba de 35 aldeas (15 hoy despobladas); Zapardiel, 33 aldeas (11 hoy despobladas); Moraña, 83 aldeas (49 hoy despobladas); Tierra de Pinares [subrayo yo], 28 pueblos [no aldeas] (14 hoy despoblados); Arévalo, con su Arcedianato, 98 aldeas (16 hoy despobladas); Madrigal, 30 aldeas (la mitad despobladas actualmente); y el tercio de la Vega (en su mayoría actualmente en Segovia), con 29 aldeas (12 actualmente despobladas)".
 
Podemos comprobar que, quizás por su decadencia o un nuevo reajuste, se ha perdido la cabeza del Arciprestazgo y el título, al pasar a Cebreros. De ahí la reminiscencia de Navalperal de Pinares, San Bartolomé de Pinares, El Herradón de Pinares, Santa Cruz de Pinares... ¿Sería interesante hacer un estudio sobre la desaparición del Arciprestazgo de nuestro pueblo, El Hoyo de Pinares? Quédese para otra vez.
 
José Carvajal Gallego
Nacido en El Hoyo de Pinares
Maestro de Ceremonias de la Seo y del Pilar de Zaragoza

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Fuente | Publicado en El Diario de Ávila, 26 septiembre 1990.

Ilustraciones |  Fotografía de la torre de la iglesia, imagen parcial de una postal de Comercial Aragonés editada en 1991. Retrato del rey Carlos II por Alonso Sánchez Coello).