El Hoyo de Pinares en los censos históricos

Continuando con la labor -lenta y precaria, pero sin duda interesante- de ir recopilando y dejando constancia escrita, en El Diario de Ávila" y en el Programa de Fiestas Patronales, de diversos datos históricos sobre nuestro pueblo, este año hemos acudido a una fuente de singular importancia: los censos históricos de población.
 
En nuestros días se hacen muchos censos de forma sistemática y por muy diversos motivos estadísticos y de control administrativo. En la antigüedad, los censos casi siempre tenían una motivación fiscal, se hacían para cobrar tributos. Acercándose a estos censos históricos, no sólo podemos comprobar la existencia, denominación y configuración jurídica de lo que hoy es El Hoyo de Pinares en las distintas épocas, sino que nos dan noticia también sobre su población e incluso a veces encontramos otros datos sociales de interés.
 
Ya en una ocasión anterior hemos hecho referencia al célebre Diccionario Geográfico- Estadístico de Madoz, y ahora recogemos algunos apuntes referidos a documentos cronológicamente anteriores.
 
CENSO DE LA CORONA DE CASTILLA (1591)
 
El primer censo conocido que territorialmente incluía lo que hoy es nuestro municipio son las denominadas Averiguaciones de Vecindad que se hicieron en el año 1591 en la Corona de Castilla y que ha sido editado recientemente por el Instituto Nacional de Estadística.
 
Es el único vecindario completo hecho bajo el mandato del rey Felipe II y se confeccionó con el fin de cobrar los llamados millones. Este tributo fue un impuesto extraordinario votado por las Cortes después del desastre de la Armada Invencible y con él se pretendía recaudar en seis años ocho millones de ducados.
 
Socialmente, se distinguía entre los vecinos pecheros (los que pagaban pechos, esto es, impuestos) y los vecinos pertenecientes a las clases privilegiadas (nobleza y clero), que normalmente estaban exentos. En este caso concreto no fue así, no había exentos para este impuesto, excepto los monjes franciscanos, que obtuvieron una dispensa especial.
 
La mayoría de los documentos antiguos utilizan como unidad estadística el concepto de vecinos, es decir, la persona independiente y con domicilio, tanto si tiene familia como si no, más o menos lo que hoy llamaríamos cabeza de familia.
 
No es fácil saber en las distintas épocas cuántos habitantes hay como media por vecino, puesto que por un lado había religiosos, célibes, viudos, etc, pero por otro había familias muy numerosas y con criados a su servicio. Los especialistas han establecido, a partir del Censo Floridablanca, un coeficiente de 3,73361 en los seglares.y de 1,339321 en el clero secular, pero es posible que en este censo tan antiguo no resulte aplicable dicha proporción.
 
Por otro lado, no sabemos qué grado de fiabilidad tenían estos censos de población, puesto que es posible que a veces se aumentasen artificialmente las cifras por motivos políticos o de otra índole, mientras que en otros casos tal vez los municipios intentarían que se les infravalorase para eludir o mitigar la carga fiscal de sus vecinos. En este sentido, son significativas las tremendas diferencias y oscilaciones entre los datos suministrados en unos u otros censos.
 
En cuanto a las divisiones administrativas antiguas, se habla de provincias y de partidos, además de otras subdivisiones según las zonas. Una de ellas es el concepto de seismo, sesmo o sexmo, que era una agrupación de pueblos para la administración de bienes comunales. La provincia de Ávila tenía en 1591 siete Seismos denominados: San Juan, Cobaleda, Sant Pedro, Santiago, Serrezuela, Sant Vicente y Santo Tomé. El Hoyo pertenecía al Seismo de Santiago, compuesto, además, por los siguientes pueblos (transcribimos literalmente la denominación que les da el censo, porque es curiosa y no es difícil de relacional con la actual): Burgo el Hondo, Nava Tal Gordo, Nava Quesera que es del Concejo de Burgo el Hondo, Navarredonda que es del dicho Concejo de Burgo el Hondo, Nava La Cruz, Navalosa, El Hoyo Quesero, Navaluenga, Navarrebisca, Santo Tomé y Palançiana y Gansino y Berrocalejo sus anexos, Gemuño, Río Frío y Collas su anexo, Mironçillo Belhos y su anexo Aldea el Rey y La Serena y Piedra Etilla y sus anexos que son Guterreno, Cormaz, Vadillo y Valdeprados.
 
El Hoyo -así se le denomina textualmente en el censo- tenía entonces un total de 308 vecinos, de los cuales 306 eran pecheros y 2 religiosos. Para hacernos una idea, como elemento comparativo podemos ofrecer el número de vecinos de otros municipios cercanos, que también citamos con su nombre de la época, puesto que resultan fácilmente identificables:
 
- El Tienblo tenía 474 vecnos, de los cuales 468 eran pecheros, 2 hidalgos (es decir, pertenecientes al estrato más bajo de la nobleza, sin título nobiliario) y 4 clérigos.
- Zebreros contaba nada menos que con 707 vecinos, de los que 688 eran pecheros, 10 hidalgos y 9 clérigos. También se indica que había 10 franciscanos, que no contribuyen, pero que luego no aparecen en la relación de conventos que, por otro lado, ofrece este censo.
- San Bartolomé de los Pinares y Navallegos su anexo tenían 233 vecinos, de los que 221 eran pecheros y 2 clérigos.
- La ciudad de Ávila alcanzaba los 2.826 vecinos, con 2.456 pecheros, 203 hidalgos, 122 clérigos y 45 religiosos.
 
CENSO DE TOMÁS GONZÁLEZ (1594)
 
El Canónigo-Archivero Tomás González fue comisionado por el Archivo de Simancas para su reestructuración después de la Guerra de la Independencia. Con los documentos obrantes en dicho Archivo, publicó en 1829 en la Imprenta Real de Madrid el Censo de Población de 1594 que, durante años -con anterioridad a la publicación del ya referido de 1591- ha sido la única fuente para conocer la demografía de la Corona de Castilla en los siglos XVI y XVII, bajo el reinado de los Austrias.
 
Este censo de Tomás González hace referencia a la existencia, en 1594, del Arciprestazgo de Pinares. Dentro del mismo, se da noticia de que "el lugar de El Hoyo tiene una pila y doscientos y veinte vecinos, y en la villa del Quejigar, su anejo, hay seis vecinos y no tiene pila; es una pila y doscientos y veintiséis vecinos".
 
En este mismo Arciprestazgo están incluidos también: San Bartolomé de Pinares, con Navagallegos su anejo, El Tiemblo, Cebreros, Navalperal, El Berraco con San Juan de la Nava su anejo, Navaelmoral, El Molinillo al que acuden también los de Villarejo, Navaendrinal, El Espinarejo y Barrio de Navalascuevas, Valdemaqueda, El Herradón, El Atizadero, Blascoheles, Las Navas del Márques. La mayoría de estos núcleos poblacionales tienen carácter de lugares, excepto Cebreros y Las Navas, que ya ostentaban el título de villas.
 
En el mismo censo, Cebreros, por ejemplo, cuenta con 650 vecinos, El Tiemblo con 44, San Bartolomé de Pinares 264, Navaperal 156 y Las Navas 680, para que nos sirva como dato comparativo.
 
EL CENSO DE LA ENSENADA
 
El 10 de octubre de 1749 el Rey Fernando VI promulgó un Real Decreto ordenando la elaboración de un Catastro con el fin de implantar en la Corona de Castilla la Única Contribución que sustituyera a la pluralidad de impuestos existentes. Pero, al hilo de esta tarea, se realizó una labor más amplia, recogiendo en varios documentos -Respuestas Generales, Memoriales, etc- datos notablemente más completos, que el actual I.N.E. ha publicado como un Censo de Población de las Provincias no aforadas de la Corona de Castilla, del Marqués de la Ensenada.
 
En este censo habla, sorprendentemente, en El Hoyo de sólo 69 vecinos, de los cuales uno pertenecía al clero secular, 33 eran vecinos útiles pecheros, 35 eran jornaleros pecheros y había "una viuda joven cuyo estado no consta".
 
EL CENSO DE FLORIDABLANCA (1787)
 
En 1787 el Conde de Floridablanca realiza un Censo Español ejecutado por orden del Rey. En él aparece El Hoyo de Pinares con su actual nombre completo (es decir, con el apellido que lo sitúa en su zona, para diferenciarlos de otros Hoyo) y además ha alcanzado ya el título de Villa. Su autoridad era un Alcalde Ordinario, por contraposición a los Alcaldes Pedáneos y a los Alcaldes Mayores. Nuestro pueblo era jurisdicción de Realengo, dependía directamente de la Corona, a diferencia de aquellos otros pueblos que eran de Señorío, es decir, los que dependían de un señor (por ejemplo, Las Navas del Marqués, como su propio nombre indica).
 
En esta época El Hoyo de Pinares sigue ubicado en el Seismo de Santiago, al que venía perteneciendo desde antiguo, como hemos visto.
 
En este censo se habla de 469 de población total, de los cuales 267 eran varones y 202 mujeres y contaban también justamente con 469 viviendas familiares.
 
El Censo de Floridablanca nos ofrece también una división por edades, que en nuestro pueblo es la siguiente:
 
- Menores de 7 años: 97 (60 varones y 37 mujeres).
- De 7 a 16 años: 109 (62 varones y 47 mujeres).
- De 16 a 25 años: 68 (38 varones y 30 mujeres).
- De 25 a 30 años: 102 (52 hombres y 50 mujeres).
- Entre 40 y 50 años de edad: 40 (23 varones y 17 mujeres).
- De más de 50 (obsérvese que la esperanza de vida era mucho menor que hoy en día): 53 ( de los que 32 son varones y 21 mujeres).
 
También nos ofrece Floridablanca una curiosísima descripción de la población por ocupaciones: 1 cura, 1 beneficiado, 1 sacristán, 1 acólito, 1 escribano, 50 labradores, 58 jornaleros, 2 artesanos, 15 criados, 2 militares y 337 mujeres sin ocupación especial.
 
MARTÍN CARRAMOLINO (1872)
 
En este caso, no estamos hablando de un censo propiamente dicho, sino de los datos estadísticos incluidos en el libro Historia de Ávila, su provincia y Obispado, obra de Juan Martín Carramolino, Académico de Ciencias Morales y Políticas, y varias veces Diputado en Cortes. Esta obra se publicó en Madrid en 1872. Los datos que recoge Martín Carramolino, según indica el propio autor, están basados en el Nomenclátor Oficial de 1863 y en el Censo de Población de 1860.
 
En el libro de Martín Carramolino se contempla El Hoyo de Pinares como Villa, con 1382 habitantes, de los cuales eran solteros 745, casados 546 y viudos 91.
 
Además del centro principal, este autor recoge que existían algunos núcleos de población dispersa pertenecientes al mismo término de El Hoyo de Pinares, concretamente dos casas de recreo (las llamadas Casilla del Huerto y Casilla del Mancho), unas casas de pastores (el Cerradero de la Perdiguera) y tres molinos harineros (Molino del Batán, Molino del Puente, Molino del Remiendo). En otro interesante apartado de su obra, dedicado a datos económicos, destaca la existencia de varias minas en explotación en nuestro pueblo.
 
 
____
 
 

Fuente | Publicado en El Diario de Ávila, 28 septiembre 1995.


Ilustración | Página original del Censo de la Corona de Castilla de 1591.